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miércoles, 25 de abril de 2018

XLI Rock and Roll Media Maratón de Madrid


Después del sabor agridulce que me había dejado la media maratón del año pasado con ese calambre en el isquiotibial derecho a unos 200 m de la meta y después de terminar la media maratón de Gran Canaria en un estado semiagónico donde el resultado final fue algo superior al tiempo anterior, siendo la única vez que no mejoraba el tiempo por arriesgar demasiado, decidí apuntarme a la Rock and Roll Madrid pese a decir que no haría ninguna más hasta recuperarme del todo de mi fascitis, pero la medalla y la ocasión de correr a ritmo de rock and roll por las calles de Madrid lo merecía.

Los entrenamientos fueron bastante malos al principio por mis dolores en los talones y la tensión de la musculatura de los pies, y parecía que el tratamiento con Epi ya no me daba el resultado que esperaba, así que decidí cambiar de estrategia y de fisioterapeuta y funcionó. Empecé a recuperar movilidad, buenas sensaciones, pero no terminaba de quitarse del todo y pensaba que no llegaría a la carrera, pero al final pude correrla.

Feria del corredor

Llegada a Madrid desde Gran Canaria y visita al pabellón de IFEMA para recoger el dorsal, la bolsa del corredor, la camiseta y dar una vuelta para ver los stands que conformaban la feria, una feria que superaba con creces todas las anteriormente visitadas, donde podíamos encontrar de todo lo relacionado con el running. Lo único malo que tenía la feria, era la poca preparación que tenían algunos "feriantes" en suplementación, ya que al preguntarle a un par de personas por la composición de algunos de sus productos de magnesio, donde no sabían no solo la existencia del carbonato, oxalato, citrato de magnesio, sino que no sabían la diferencia que tenían ni cuales eran los más aconsejados para un corredor, señal que lo verdaderamente importante era vender, darse a conocer y no informar o aconsejar verdaderamente al deportista.
Pese a esto, la feria era muy grande, habían muchas cosas interesantes, un photocall con todos los nombres de todos los corredores como en Valencia que me quedé sin fotografiar por no tener batería en el móvil.
Era tarde ya, no había comido, quería llegar al hotel para soltar la maleta y eso hizo que me fuera antes de lo deseado. Tenía que ir a comer bien, hidratarme un poco y no acostarme demasiado tarde.

Camiseta y dorsal oficial.

Previa

Tras una noche un tanto intranquila por los nervios previos a la carrera donde me costó dormirme y aguantar más de dos horas sin despertarme y volverme a dormir, me levanto a las 7 de la mañana para desayunar y vestirme con mis mejores galas para la ocasión. 
Esta vez, no hacía falta camisilla térmica ni guantes ya que la temperatura oscilaría entre los 7 y los 20 grados, y no se notaba frío. 
Pensé en desplazarme en metro desde Tirso de Molina (donde me quedaba) hasta Cibeles, pero al ver corredores que iban caminado, decidí seguirlos y así ir calentando un poco.
Cuando llegué, dejé mi bolsa en el guardarropa y comencé a calentar cerca de la salida situada en Colón. Me dirigí al cajón número 3 que había ganado gracias a mis esfuerzos anteriores y me coloqué justo al lado de las liebres de 1:40.
Mi estrategia pasaba por mantener el ritmo de 1:40 durante toda la carrera para conseguir así un reto mayor al anterior.

La Carrera
Recorrido de la media maratón
Perfil

Me había llevado una gopro para grabar la que posiblemente sería mi última gran carrera por no saber si me volveré a recuperar del todo de esta lesión, pero se me quedó atrás la tapa donde va la batería y no pude engancharla en la gorra como tenía pensado. Grabé un poco antes de empezar la carrera sujetando la batería con los dedos y me preparé para escuchar el pistoletazo de salida mientras disfrutaba el momento con la piel de gallina.

Con 16.5ºC y una humedad del 53% dan la salida y pasamos por debajo del arco de salida donde comienza el nuevo reto. Esta vez con más cabeza que la última vez.
Durante el primer km veo que mantengo el ritmo de la liebre pero es algo superior al mío, y las cuestas de Madrid hacen que piense que quizás no sea el ritmo más adecuado para esta carrera. Tras mirar el pulsómetro y ver unas pulsaciones de 172 ppm y un ritmo de 4:54 al finalizar el primer km, comienzan las dudas.
Desde la salida hasta el km 5 será en subida con una pendiente aproximada de 2,2% y una altitud de 729m.

Durante el km 2 pude comprobar que efectivamente, debía de dejar escapar un poco a las liebres y ver si en las pendientes podía recuperar el tiempo que parecía costarme mantener en las subidas, ya que mi pulsómetro volvía a marcarme la realidad de situación, 176ppm y 4:52, aún quedaban 19 km y no me quería ver como en la última carrera.
En este punto pasamos por debajo de un puente que estaba lleno de gente que animaban sin parar, algo que no pasa en todas las carreras.

En el km 3 seguíamos subiendo por la Castellana en dirección a la plaza de Castilla y las torres Kio, llevaba un ritmo máximo de 4:21 y un ritmo medio de 4:53 y las pulsaciones habían llegado ya a 177pmm, mi máximo teórico. Sólo quedaban 2 km más para llegar al punto más alto y comenzar los llanos y el descenso, donde podría intentar recortarle tiempo a las liebres. 

El km 4 pasó por Chamartín a un ritmo de 4:56, muy lejos de lo esperado, tenía que buscar un ritmo más rápido, 4:44 para ir a 1:40 ó más rápido para recuperar los datos anteriores. Le doy el primer sorbo de agua a mis botellas y volveré a repetir tenga sed o no cada 4 kms para evitar problemas.

Por fin llegó el km 5 y las torres de Kio, me encontraba bien, pero veía las liebres a cuatro veces más lejos que cuando empecé.
Tenía a un corredor al lado que parecía que le iba saliendo el pulmón por la boca y me estaba poniendo nervioso, así que aceleré el ritmo un poco para dejarlo de lado.

El km 6 era ya de bajada y se notó tanto en las pulsaciones donde bajé unas 10 ppm y en velocidad donde iba a 4:43 y un ritmo máximo de 4:19. Empezaba a coger un buen ritmo sin cansarme demasiado.

El km 7 marcó mentalmente que llevaba 1/3 de distancia total, donde el ritmo era de 4:35, ritmo máximo 4:14 pero no veía a las liebres más cerca.

En el km 8 ya llevaba un ritmo medio de 4:35 y el paso por los escenarios típicos de esta carrera donde tocan grupos musicales hacía que cogieses un poco de ánimo.

El km del 9 al 10, fue sin duda, el mejor de la carrera junto con el de llegada a meta con diferencia, ya que pasamos por el puente que pasa por encima de la Castellana, a la altura de nuevos ministerios, en la calle Juaquín Costa, donde había mucha gente animando. Era un paso más estrecho donde la gente hacía que volases, que se te olvidara el cansancio y donde te llevaban en volandas, marcando un ritmo medio de 4:35. Casi se me saltan las lágrimas de la emoción y no exagero. 

Ya por el paso del km 10 me fijé que las liebres estaban pasando por debajo de un cartel a lo lejos y miré el reloj para ver el tiempo que me llevaban al pasar yo por el mismo lugar. Un minuto y medio de ventaja, así que estaría aproximadamente terminando esta carrera sobre 1:41:30. 
Tenía que mantener el ritmo e intentar apretar un poco en algún momento para poder mejorar mi record personal.

Ya durante los km del 11 al 15 era prácticamente llano y mantenía el ritmo entre 4:28 y 4:53.
Cuando llegamos a la calle Velázquez estaban repartiendo plátanos, agua, bebidas isotónicas con el peligro que eso llevaba, ya que las cáscaras de plátano, tapas de las botellas y geles, una vez más, hicieron de alfombra bastante peligrosa. Deberían corregir eso.
Fue una subida de un km y medio que parecía no acabar nunca y que cuando llevas ya más de 15 km empieza a hacer mella el esfuerzo de los primeros kms.

Nos metimos por la calle Serrano hasta el km 18 donde ya empecé a tomar un par de sorbos del gel que suelo llevar siempre y reservar el resto para el último km después de la gran pendiente de la calle Alfonso XII donde terminé completamente muerto el año pasado subiéndola.
Allá por el km 18

El km 19 pasa directamente por la puerta de Alcalá y da paso a la calle Alfonso XII donde voy a un ritmo medio de 4:43 y de 4:21 de máxima. Es el último momento donde puedo aprovechar para apretar y recuperar algo de tiempo, pero sinceramente, los cuádriceps están un poco doloridos y me asaltan las dudas de que si corro un poco más rápido me pueda dar un calambre o empiece a dolerme la fascitis que me ha ido respetando durante toda la carrera.

Ya los últimos 500 m son en subida y se ve la meta con su alfombra roja que parece no llegar nunca, pienso que puede ser mi última media maratón de mi vida, la última carrera e intento echar el resto con algo de cabeza mientras esquivo alguna vomitona de alguien que reventó antes de llegar.

Tiempo final de 1:41:54, record personal de nuevo, casi 2 minutos más lento de mi objetivo, pero casi un minuto mejor que mi último record. ¡¡Genial!!, y me he quitado la espinita del año pasado donde me quedaba a 200m mirando como todo el mundo me adelantaba y perdiendo más de un minuto estirando. 

1:41:54, mejor tiempo de mis medias maratones, mejor tiempo en Madrid y los pelos de punta en tres momentos de la carrera y cada vez que recuerdo estos momentos. Sin lugar a dudas, la mejor carrera junto a la de Valencia.
Una medalla con mucha historia.
Puntuaciones de la carrera (de 0 a 5):




Recorrido: 5 (genial)

Organización: 5 (no hubo ningún problema)

Animación: 5 (mucho ambiente en las calles, mucha implicación y muchos puntos de animación)

Avituallamientos: 5 (completísimo)

Postcarrera: 5 (entrega de agua, fruta, isotónicos)

Medalla: 5 (muy completa, pesada y buena calidad)

Camiseta técnica: 5 (adidas)

Feria del corredor: 5 (excelente)


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