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miércoles, 10 de enero de 2024

XXI San Silvestre Las Palmas 2023

 

Otro año más acudimos a la fiesta del running, la San Silvestre de Las Palmas donde parece que poco a poco se va cogiendo el volumen de participantes que habían antes de la pandemia. 

Como sabéis, esta carrera no es para competir, es para disfrutarla y terminarla lo más dignamente posible dentro de los excesos navideños y el déficit de actividad física que normalmente acompañan estas fiestas.

Como casi todos los años, me tocó correr desde la zona del teatro hasta el parque romano para llegar a tiempo a la carrera infantil donde participaba mi hija, unos 3 km. Una vez allí, cuando comenzó la carrera infantil y vi a mi mujer echando el hígado a los 100m, la sustituí y terminé los 600 metros con mi hija. Casi medio entrenamiento antes de correr los 6 km y prácticamente sin entrenar desde hacía más de 15 días.

La verdad es que ha sido un año bastante malo en lo que se refiere a entrenamientos y competiciones, y es que desde la pandemia no termino de encontrarme. 

Llegué a correr la Night Run tras una preparación de 4 meses (aproximadamente) y tras la desilusionante carrera que se organizó, he ido perdiendo el poco fuelle que tenía.

Como propósito de año nuevo tengo planeado recuperarme físicamente, al menos muscularmente, las competiciones.... ya veremos.

Recogida del dorsal

La recogida del dorsal fue en el estadio de Gran Canaria. Cuando llegué allí había una cola que no sabía si era para comprar una entrada para ver el partido del Barça contra Las Palmas.


La bolsa del corredor se transformó en esta ocasión en una caja de cartón que incluía la camiseta, los imperdibles, el dorsal, una bolsita de gofio, un sobre de crema para los músculos y una lata de vino rosado.


Lo del vino rosado no lo llegué a entender. Se supone que están prohibida las bebidas alcohólicas en eventos deportivos desde hace años y que es contraproducente en los deportistas..... pues eso.

En la cajita de los niños tenía todo lo anterior cambiando el vino por un zumo y un afilador muy chulo.

La carrera

El circuito de este año fue el mismo que critiqué el año pasado por llevarlo por zonas poco pobladas como la avenida marítima, una zona sosa que este año mejoraron con la grabación de un drom desde el mar y un par de puntos con un par de fotógrafos y unas 15 personas animando.

En esta ocasión, tras reflexionar con tooodo lo que tenía en casa, uní varias cosas y me disfracé de gnomo o elfo montado sobre un unicornio.

Camiseta oficial y dorsal


Los primeros metros me lo pasé genial haciendo que montaba sobre un unicornio y relinchando, trotando, etc. La gente se reía mucho, pero después de 600m ya estaba con la lengua fuera y con las pulsaciones al rojo vivo, por lo que tuve que mantener un poco la compostura para poder aguantar los 6 km.


Los niños iban saludándome y gritándome, me lo pasé genial.

El tiempo es lo de menos, no iba marcando un ritmo ni marcándome una meta, pero la terminé en 40'14''.

Postcarrera

En esta ocasión nos dieron una botella de agua de 200ml y punto, nada más.

En el caso de los niños, les dieron una bolsa con forma de toro, un llavero para guardar dentro los dientes que se les caigan, un colgante para lo mismo en forma de muela, un estuche con cepillo de dientes y pasta y un plátano verde que no se maduró hasta 10 días más tarde. Si la intención era reponer fuerzas después de la carrera, tuvimos que esperar 10 días señores organizadores.

A grandes rasgos la carrera va cogiendo el volumen de gente que participaba, la organización está a buen nivel, pero lo de la postcarrera con sólo agua, sin frutas como años anteriores o lo del vino en la caja del corredor no se termina de entender mucho.

domingo, 22 de octubre de 2023

X Binter Night Run series 2023

 




Después de la maratón de Madrid, pocas carreras he preparado, y es que la pandemia y las lesiones no ayudaron mucho a que pudiera haber una continuidad, pero por alguna razón escogí esta carrera para intentar volver a rodar y sentir el ambiente competitivo que tanto me cautivaba en su momento. La Binter Night Run Series de Las Palmas de G.C.

 Los entrenamientos empezaron hace unos meses donde iba a trotar unos 2km y subiendo hasta los 5km donde me mantuve un tiempito mientras miraba de reojo un cartel que anunciaba esta carrera. Empezó a picarme el gusanillo de realizarla pero no estaba del todo convencido, hasta que me dije a mi mismo que podría ir subiendo los entrenamientos durante un par de meses y según como me fuera viendo, me apuntaría, y así lo hice. Cuando faltaba un mes aproximadamente, ya iba por los 8km corriendo, 45min de bicicleta, 35 min nadando y haciendo pesas con buen ritmo y me apunté.

A la semana siguiente empezó una ola de calor que nos duró unas 3 semanas y complicaron los entrenamientos bastante. Buscaba la forma de no perder el ritmo dejando las carreras para última hora del día. Aún así, algunos entrenos fueron a 30grados. Pero lo más importante, es que no se perdió el objetivo y se consiguió cumplir con los entrenamientos marcados.

Camiseta oficial 2023

La idea inicial de esta carrera era la de intentar terminar dignamente y si era posible, ir a un ritmo de 5' el km o como muy lento a 5'30''. Algo lento para lo que estaba acostumbrados, pero con estas edades hay que anteponer la cordura al infarto.....

La organización

El comienzo de la carrera no fue del todo lo que se esperaba, el ambiente estaba muy bien, pero la organización dejaba mucho que desear.

Comenzaba a correr los de 5km a las 20:00 y los de 10 y 21km a las 20:45 teóricamente, pero tuvimos que esperar a que llegara el último corredor de los 5km para posicionarnos en el cajón de salida, sin respetarse los tiempos de corte como tenían anunciado en el reglamento, algo que nos empezaba a desesperar ya que terminamos saliendo unos 40 minutos más tarde. Eso hizo que cuando empezamos a correr ya el calentamiento no había servido de nada.

La carrera

Dieron por fin el pistoletazo de salida y empezamos a movernos. Comencé a trotar suavemente buscando los huecos para encontrar un buen ritmo, cosa que no pude alcanzar hasta el km o km y medio, sobre todo, debido a que justo en medio de la salida estaban situados los miembros de la banda de Agaete que hubo que sortear formando un efecto embudo. Otro fallo de la organización.

Por la zona que corríamos habían unos pivotes que separaban el carril bici de la carretera y algún que otro corredor terminó comiéndoselo y cayendo al suelo. Había que estar atento para no llevárselos.

La salida fue desde la fuente luminosa en dirección norte por la calle Luis Doreste Silva y avda. León y Castillo con una temperatura de unos 24ºC y con una suave brisa que hacía que la sensación térmica fuera agradable.

Por esta zona, a unos 2km, encontrábamos un avituallamiento de agua a mano izquierda y que pasó totalmente desapercibido. A mí me pilló por la zona derecha de la carretera, por lo que me hubiera sido imposible llegar.

La carrera se metía por la zona de Ciudad Jardín por algunas zonas algo oscuras que intentaron iluminar con un gran arco de luz que no me esperaba y que estuvo bastante bien.

Después volvíamos a la avda. León y Castillo donde pude alcanzar el segundo avituallamiento que me vino genial para dejar de tener la boca seca. La verdad es que llegué algo justo después de tener que saltar las dos primeras mesas. Sólo estaban en la acera derecha, por lo que aglomeraban mucha gente en ese lado. Tenían que haber puesto mesas a ambos lados y con separación suficiente.

Este camino nos llevaba hasta subir por la calle Bravo Murillo, un repecho que se nota en las piernas. Por suerte, no llegaba hasta arriba del todo, sino que se metía en dirección sur por la calle Viera y Clavijo y bajar hacia la calle de Triana. Aquí, una chica me cerró el paso y casi me como una farola.

Aquí la zona es muy llana y no hay problemas hasta llegar al barranco de Guiniguada y la calle Juan de Quesada, donde pasa a ser algo menos llano y con bastantes irregularidades en el suelo y donde puedes llegar a estar más pendiente de no torcerte un tobillo que de llevar un buen ritmo.

Aquí, vi el cartel de los 6 km, pensaba que estaría por el km 7 u 8. Eso me hizo sentir que se me estaba haciendo un poco larga la carrera.

Por esta zona había otro avituallamiento que llegué a coger pero donde me habían servido aquarius en lugar de agua, pero pese a la sorpresa, no me vino mal. Mientras me acercaba al avituallamiento, pude ver como uno de los voluntarios estaba llenando con una garrafa un vaso a una chica que estaba corriendo, la primera vez que veo esto en carrera, es la mejor manera de perder tiempo. Creo que se vieron algo desbordados y fue otro gran fallo de la organización.

Al llegar a la altura de los aparcamientos junto a la ermita de San Roque hay una pequeña subida a la izquierda que puede ser algo rompepiernas. Después entra de lleno en la zona de Vegueta con una pequeña subida que continúa con una bajada por la calle Ramón y Cajal que continúa por Doctor Chil que viene bastante bien para recuperarse hasta girar en la calle San Marcos, una calle llana que estaba decorada con luces de colores en el suelo que hacían la zona bastante agradable para correr.

A continuación se baja por la calle Fernando Galván hasta la calle Reyes Católicos en dirección norte, otra calle llana que sabes que tienes que aprovechar hasta llegar a la última subida en la calle Doctor Chil hasta llegar a Obispo Codina, una calle muy abierta con bajada y que pasa por delante de la catedral, quizás la zona más bonita y cómoda por donde pasa la carrera.

Después llegamos al barranco de Guiniguada y giramos alrededor del Teatro hasta llegar a Francisco Gourié, otra zona llana que llega hasta el Hiperdino de Triana y se mete a la calle de Triana hasta llegar a la bajada de Bravo Murillo, otra zona bastante agradable para recuperar piernas y afrontar la recta final.

En esta zona tenía pensado apretar a 4'30'' durante el último km, ya que hubieron zonas de la carrera donde alcancé esa velocidad y donde no me sentí tan mal, pero tras 9 km, ya no quedaba mucho margen de pulsaciones. Estaba al máximo de mis pulsaciones máximas teóricas, así que no apreté hasta que quedaron 100m y porque me piqué con uno que me adelantó y no me gustó nada... jeje.

Postcarrera

Nada más llegar a meta, me lie con el reloj porque no fui capaz de pararlo. Después me dieron la medalla como el que te dan un folleto por la calle, una botella de agua superpequeña, donde agarré otra porque no me dio ni para empezar, un aquarius, dos plátanos, un paquete de papas fritas, un paquete de maíz y una tarjeta para tomar una cerveza. Iba como el que acababa de robar en un huerto, no tenía una mano libre para tomar una botella de agua. Nos podrían haber dado una bolsa..... digo yo.

Algo que me pareció sorprende a la vez de bastante mal es que las cervezas eran con alcohol para después de una carrera y no había opción sin alcohol.

Hasta donde yo sé, las bebidas alcohólicas están prohibidas en eventos deportivos o competiciones (lo puedes ver aquí) y esto llegó a recordarme a los carnavales o a un concierto.

Para el que no lo sepa, el alcohol deshidrata y la cerveza sin alcohol puede llegar a ser muy buena opción como bebida isotónica, por lo tanto, creo que es otro fallo de la organización, que demuestra otra vez no estar a la altura de organizar un evento deportivo.

Otra cosa que no entiendo mucho de esta carrera es que si es una carrera que se complementa con otras en Zaragoza, Mallorca, Santander, Tenerife y Las Palmas, se use la misma medalla y la misma camiseta para todas. Una vez que tienes una medalla, ¿las otras 4 van a ser iguales?. Muy mal.

Medalla oficial


En general, las sensaciones fueron regulares, sorprendentes en algunos momentos de la carrera y malos en cuanto a la organización.


Puntuaciones de la carrera (de 0 a 5):

Recorrido: 4.5 (Desgraciadamente, la ciudad de Las Palmas de G.C. no puede ofrecer mucho más para una carrera si quiere ser algo animada)

Organización: 2 (muy mejorable)

Animación: 4 (mucho mejor que otras veces en Las Palmas de G.C.)

Avituallamientos: 2.5 (muy mal organizado)

Postcarrera: 4 (entrega de agua, fruta, isotónicos, pero entrega de cerveza con alcohol)

Medalla: 3 (muy mejorable. Al ser una carrera en Series, no debería ser la misma para todas las carreras. No está ni permite ser personalizada)

Camiseta técnica: 4.5 (Mizuno, pero debería de personalizarse con el nombre de la carrera a la que representa)

 


domingo, 1 de enero de 2023

XX San Silvestre Las Palmas de Gran Canaria 2022

 

Después de la pandemia donde no hemos podido coger un buen ritmo debido a las restricciones, parece que ya hemos alcanzado la luz al final del túnel y volvemos a disfrutar de una carrera muy divertida.

Se nota que aún la gente no se fía mucho de los eventos deportivos y no hay tanta gente como años anteriores.

La previa

La bolsa del corredor no trae grandes sorpresas y la recogida no ha tenido nada especial como para destacarlo.
Camiseta oficial y dorsal


La carrera

Volví a correr y me sentí genial. En esta ocasión, decidí a última hora ponerme un gorro de pavo que fue la comidilla de todas las esquinas. A veces algo tan sencillo da mejor resultado que otras.


La salida de la carrera fue en sentido contrario a los años anteriores y el escenario estaba situado a un lateral, no como otros años que estaba justo encima de la salida de la carrera.
El recorrido no me gustó mucho, ya que nos meten por la avenida marítima y esa zona es un "solar", sin motivación, sin gente y sin música durante 2-3km. La parte emocionante es el sentido de regreso a meta donde hay mucha más gente. La mejor parte, como siempre, los últimos 500m.
El tiempo, como siempre es lo de menos, pero en esta ocasión logré terminarlo en 34:10 a un ritmo de 5'41'', un ritmo relajado pero sin entretenerse demasiado.

Postcarrera

El avituallamiento postcarrera de este año ha estado muy flojo en comparación con los años anteriores, sólo agua y una chocolatina Tirma, sin fruta, como solían hacer en otras ediciones.

Quizás sea por la pandemia que hemos pasado, pero no me ha gustado mucho el recorrido ni el avituallamiento postcarrera, espero que en próximos años volvamos a lo que nos tenían acostumbrados.

domingo, 23 de febrero de 2020

XVIII San Silvestre 2019



Por tradición, un año más volvemos a correr la San Silvestre, pero ya sin competir, sólo disfrutarla, ya que es una carrera donde no te la puedes tomar muy en serio por la cantidad de gente que se sitúa por delante de ti con los perros o para ir hablando mientras camina con su amigo o hermano, y no tengo ninguna necesidad de pasar nervios.
Otra razón es que sigo con la lesión un año más y, como me lo pasé tan bien el año pasado disfrazado de Papá Noël, volví a repetir....

Este año me apunté según me enteré y recogí el dorsal y la camiseta en el Perpetuo Socorro.
Camiseta oficial 2019

La verdad, es que este año la camiseta es mucho más atractiva que la del año pasado.

Dan el pistoletazo de salida y arranca la carrera. Pasamos por debajo del escenario que este año parecía recortado ya que le faltaba la otra mitad y parecía tener poca estabilidad.

Corriendo a un ritmo cómodo de 5'20 aproximadamente, adelantando a algunos que se equivocaron de posición en la salida y disfrutando de la carrera vestido de Papa Noël y saludando a los niños de los laterales. Me siento que he madurado como corredor y sé distinguir entre una carrera competitiva y una para disfrutar, y eso me gusta.

No fue una carrera para comentar muchas vivencias, ya que después de la maratón de Madrid, no hay motivación en este tipo de carrera.

Este año he decidido preparar sólo una carrera muy importante a nivel internacional, una de las major maraton, mientras intentaré recuperarme del todo con algún fisioterapeuta, otro traumatólogo y si es necesario algún estelero.

Espero que en la próxima entrada al blog pueda contar que ya por fin estoy recuperado del todo y que he terminado la major maraton.

domingo, 13 de octubre de 2019

VI T-Classic Las Canteras

Un año después de intentar mi primera travesía a nado, y tras unos altibajos en mis entrenamientos, volví a inscribirme en esta travesía a nado que parece ser la única que soy capaz de hacer sin tener en cuenta tanto lo que hay en el fondo. Esta vez el reto era intentar bajar el tiempo del año pasado, y de hecho, tenía pinta que podría conseguirlo por mi manera de impulsarme en el agua al nadar.


Recogida de la bolsa del corredor, chip y camiseta

Cuando iba llegando al lugar de recogida, me iban cayendo unas gotas de lluvia en la frente. Realmente que llueva no es un problema para nadar, vas a mojarte igualmente, pero si que te dan menos ganas de meterte en el agua, sobre todo, si no eres nadador de verdad como me pasa a mi.

Una vez que llegué al lugar de recogida, me dio la sensación de que la organización estaba un poco desganada, les veía lentos a la hora de entregar la bolsa. No sé, quizás el ambiente de carreras es diferente, sobre todo si lo comparo con el último lugar que corrí, la Rock and Roll Madrid. Esto son palabras mayores.

Camiseta oficial

Después de conseguir mis bártulos, me asomé a ver que tal estaba el mar este año y me empezaron las dudas. Las dudas no era si sería capaz de hacerlo, sino de si merecía la pena intentarlo. El mar estaba un poco revuelto, con olas rompiendo en la orilla y en la barra y con bandera amarilla.

Mientras iba hacia el lugar de salida, fui pensándomelo, y una vez allí, tras calentar un poco en la orilla, decidí echarle un poco de valor al asunto e intentarlo. Si salía mal, siempre podía pedir que me sacaran y abandonar.

La travesía


Recorrido de 1500m

Mientras calentaba en la orilla, se me acerca un chico y me pregunta que cuanto se suele tarda en hacer la travesía, que es la primera vez que hace una y que sólo ha entrenado durante un mes. ¡¡Un mes!!, madre mía, suerte amigo... sobre todo por como está el mar...
No volví a saber de él.

Tal y como sucedió el año pasado, nos lanzamos al mar y nadamos hacia las boyas para esperar allí la señal de salida.
Mientras esperábamos allí, encontraba algunas pulseras flotando de algunos participantes con el número de dorsal y que servían para recoger tus pertenencias en el guardaropa. Este año se notaba más movimientos en el mar por las olas.

Dan la señal de salida y comienza mi segunda travesía a nado. Intento mantener un ritmo y buscar referencias en nadadores cercanos, pero con el movimiento del mar me noto más nervioso de lo normal y eso empieza evitar que me concentre en lo que estoy haciendo. Lo bueno es que me doy cuenta de esta situación y le pongo remedio. Intento marcar el ritmo entrenado, concentrarme en cada brazada y fijar puntos de concentración tanto dentro como fuera del agua.

Cuando llevo un rato nadando (unos 15 minutos), empiezo a darme cuenta que estoy dando brazadas y no avanzo, veo la misma roca en el fondo del mar y no termino de avanzar. Esto me preocupa y me hace darme cuenta que este año va a ser imposible mejorar el tiempo del año pasado donde el mar estaba como un plato, así que decido sacar la cabeza fijar el rumbo hacia la próxima boya y avanzar en estilo braza durante un rato. Esto hizo que saliera de la corriente en la que estaba metido y pude avanzar y volver al estilo de crol.

Cuando llevaba un rato más nadando, tuve que repetir la operación por volver a encontrarme anclado en el sitio.

Y llegamos a una zona donde las olas parecían romper en mi cabeza o dejarme en el aire braceando. Aquí llegué a pensarme realmente si merecía la pena estar en este lugar y más teniendo una hija de un año. Lo que recuerdo de este momento es que me armé de coraje y decidí terminarlo sin rechistar.

Ya veía la última boya que encaraba los últimos metros antes de salir a la orilla y veía mucha gente a mi alrededor, muchas más que el año pasado. No sabía si es que lo estaba haciendo mejor que el año pasado o es que había mucha más gente de mi nivel ese año.

Ya en los últimos metros tengo una chica que nada a mi lado con una tranquilidad destacable, ya que yo estaba deseando terminar.

Al notar que podía hacer pie, apoyé mis pies en el suelo y salí caminando rápido hacia el arco de llegada. Este año iba dando pequeños tumbos hacia los lados, me sentía mareado y no corrí por miedo a terminar en el suelo delante de los fotógrafos.

Al llegar a meta, busco el cronometro, pero no estaba en el mismo lugar del año pasado y estuve un rato perdido buscándolo (con mi mareo), recojo mi merecidísima medalla de finalista y voy a sacarme fotos con mi hija.


Estuve un buen rato con dolores en el antebrazo derecho y con temblores en las manos del esfuerzo realizado, y es que en la zona de la llegada estaba la bandera roja.

Este año el tiempo final fue de 39'55'', un poco peor que el del año pasado, pero viendo que el ganador del año pasado fue el mismo que ganó este año y lo hizo también en mucho más tiempo, era de esperar que yo también lo hiciera más lento, de hecho, mucha gente en la meta hablaba de lo mal que lo pasaron en determinadas zonas y que no avanzaban, y mucha gente se terminó retirando.

Medalla finalista 2019

Lo que si me quedó bastante claro es que sigo siendo corredor por mucho que me empeñe en sacar otros retos adelante y que si el próximo año está el mar así de mal, ni lo voy a intentar, no tengo ninguna necesidad.

viernes, 10 de mayo de 2019

XLII Rock and Roll Maratón Madrid

Llegó el momento más esperado, llegó LA MARATÓN y es que, como dicen, la maratón no se busca, te llama ella misma. 
Después del parón obligado por la lesión, tenía claro que si me recuperaba del todo, tenía que aprovechar para hacer la maratón, y cuando hablo de maratón, hablo de los 42.195m, por si queda alguna duda, y...  ¿qué mejor sitio para hacer mi primera maratón que en la Rock and Roll Madrid?.

Tardé mucho tiempo en decidirme para inscribirme porque no las tenía todas conmigo. Empecé a entrenar paso a paso, despacito, como dice la canción, combinando carrera con natación, hidroterapia, bicicleta y pesas, una mezcla que me fue bastante bien para ir progresando.
Ya tenía sacado el billete de avión a Madrid para el viernes 26 y así no tener que ver todo a la carrera en la feria del corredor. Pensaba verla el sábado 27, pero al poner las elecciones para el domingo 28 (día de la carrera), tuvieron que adelantarla al día anterior y eso hizo que me viera un poco justo para ver la feria, como el año pasado. Al final tuve que ir con las maletas, cargado como una mula.

Feria del corredor

Este año, la feria estaba en el pabellón más lejano que te podías imaginar. Venga a caminar y caminar con las maletas hasta llegar a la entrada. Una vez allí, lo primero fue buscar mi nombre en el muro de la fama y seguir el camino hasta la recogida del dorsal.


Tuve suerte de no tener que hacer cola y a la primera, en el stand de la maratón, retiré mi dorsal y me fui a buscar la camiseta y posteriormente la bolsa del corredor, también sin tener que hacer colas. ¡¡Genial!!
Camiseta y dorsal oficial
¡A por el reto!




















Di una vueltita por la feria buscando sales minerales y alguna ganga, pero en esta ocasión no había gangas ni nada que me interesara.
En un stand estaban expuestas las medallas de la carrera y me acerqué a tocar la de la maratón, pero a escasos milímetros retiré la mano y me dije a mi mismo que si la quería tocar tenía que ganármela el día de la carrera.
Feria del corredor
Me dirigí al apartamento donde soltaría mis maletas y me fui a un supermercado cercano a comprar arroz y pechugas de pollo, plátanos, cereales, zumos, y algunas cositas más para cenar y desayunar antes de la carrera.

Previa

En esta ocasión no viajé solo. Vinieron conmigo mi mujer y mi hija de casi 8 meses, y entre los ruidos de la calle y mi hija se encargaron de tener una noche muy muy agitada, lo que me hizo pensar que me iba a salir una carrera horrible por falta de descanso.
Al despertarme, comencé a preparar la ropa, ir al baño, desayunar y volver a ir al baño, y es que los nervios no ayudan.
Cuando me terminé de vestir, me amarré una chuleta a la muñeca con los tiempos que tenía que ir marcando para terminarla en menos de 4 horas, a ser posible. La estrategia pasaba por ir a 6 minutos el km en las cuestas, a 5 minutos el km en las bajadas y a 5'30'' en los llanos. A ver que pasaba....

En esta ocasión me llevé un mp4 para llevar música para los momentos más complicados, las mangas retráctiles, las playeras de entrenamiento en lugar de las nuevas con menos rodaje, 6 cápsulas de minerales que tomaría cada 45 minutos aproximadamente, 6 geles que tomaría en los km 10, 20, 25, 30, 35 y 40, una visera, dos botellas de agua, medias de compresión, camisa naranja y pantalón negro y naranja.
También, en la estrategia que tenía en mente, pasaba por coger todas las botellas de agua, naranjas y plátanos de los avituallamientos sin saltarme ninguno.

La carrera

Recorrido de la maratón
Desnivel: 545m positivos acumulados

Esta vez me tocó arrancar desde el último cajón de salida, el número 8. Allí estábamos los novatos de la maratón y los de la media maratón que se estrenaban o que corrían más lentos.
A pocos metros tenía las liebres de las 4 horas y dudé entre seguir mi estrategia que no sabía si iba a ser capaz de hacer o seguir a estas liebres. En cuanto avanzamos hasta la línea de salida lo tuve bastante claro. Las liebres se habían quedado por detrás de mí y las que tenía más cerca eran las de las 2 horas de la media maratón. Estas también me valían por lo menos hasta el km 17 que se separaban las dos carreras. Al final opté por seguir mi estrategia y que fuera lo que fuese.
Allí habían animadores en una especie de torres que estaban en medio de la multitud, creo que ninguno les hacíamos caso.

Dan la salida de mi cajón después de casi 30 minutos desde que había salido el primer grupo y comienza el reto.
Intento seguir el guión establecido y voy marcando mi objetivo km a km. Los primeros 5 km son en subida hasta llegar a la plaza de Castilla, junto a las Torres de Kio, previamente pasando por debajo de un puente donde la gente anima desde el que será el km 10, igual que el año pasado. Al llegar al km 4 voy bebiendo agua y al llegar al km 5 empiezo a tomar las sales.
Comienza una zona en llano donde puedo aprovechar para aumentar un poco el ritmo.
En el km 10 llegamos a esa zona estrecha donde está lleno de personas que animan sin parar. Una zona mágica. Aprovecho para tomar mi primer gel para cargar pilas y traguito de agua.
En el km 15 aparece una de las cuestas más pronunciadas y largas de la carrera, la calle Velázquez, un km de subida donde aprovecho para tomar agua y algún plátano.
Al terminar la subida viene una bajada muy pronunciada que dura unos 200 m y una zona en bajada que llega hasta el km 17 donde se separan las dos carreras.
Unos carteles avisaban que había que girar a la derecha para continuar con la maratón y de frente para la media maratón.
Los de la media maratón nos aplaudían y animaban a los de la maratón en el punto de separación, donde comienza el verdadero camino hacia los 42 con otra subidita más.


En el km 20 en la zona de San Bernardo, estaba colocado un baño químico en plena rotonda. Había un corredor que caminaba en dirección contraria mirando el móvil dirigiéndose hacia la puerta de uno de estos baños. Al girar en la rotonda, me pegué de bruces con este corredor. Casi caemos los dos al suelo, por suerte sólo fue el susto. Otro corredor se acercó a mí para preguntarme si estaba bien y le dije que si, que lo peor era perder el ritmo, a lo que me contestó, no te preocupes, aún tienes 20 km para volver a coger el ritmo.... jejeje.
Tras este tropiezo y a pocos metros de lo sucedido, vuelvo a concentrarme totalmente en la carrera y coger el ritmo. Aquí la chuleta que llevaba con los tempos se había mojado con el sudor y antes de caer al suelo pude recuperarla. Los dos últimos parciales se habían borrado, sólo me valdría hasta el km 35, lo demás tendría que ser a ojo de buen cubero. 
Cerca del kilómetro 22 llegamos a la Puerta del Sol, con una animación bestial, lleno de gente, animando con pancartas, tambores, aplausos y un cartel que decía "el dolor se quita mañana, el orgullo de terminarla durará toda la vida"..... un subidón en toda regla. Daban ganas de volar olvidando que llevaba ya una media maratón realizada y aún me quedaba otra. La sensación era de estar empezando la carrera, me encontraba super fresco. 
Seguía tomando mis sales minerales cada cierto tiempo y mis tragos de agua cada vez que me lo pedía el cuerpo y agarrando todo lo que podía en los avituallamientos.
Km 23 frente al Palacio Real y adelantando ya algunos "cadáveres" que debieron entrenar poco o salieron demasiado rápido y se encontraron con la realidad.
Delante de mi, un corredor descalzo que lleva un ritmo un poco más rápido que el mío me deja alucinado y por la derecha nos va adelantando a todos los corredores sin excepción Chema Martinez, que había salido 5 minutos más tarde que el último grupo para cumplir un reto. El reto consistía en donar un dinero por cada uno de los corredores que adelantara. Creo que adelantó unos siete mil y pico corredores y se metió en el puesto número 13, una bala humana.

En el km 28 nos adentramos en la temida "Casa de Campo" donde abandonas las zonas animadas y donde te vas a encontrar con el temido "muro" con total seguridad. Aquí empecé a notar que las piernas estaban algo cansadas y me costó un poco durante 2 km, justo hasta el momento que vi un cartel que decía "el muro no existe" y empecé a hacer uso del mp4 que llevaba conmigo para tener una motivación extra. Lo malo fue que debí apretar algo que hacía que las canciones entraran en bucle y tuve que escuchar cada canción unas 5 veces hasta que le daba a algún botón para que cambiara.
Dimos una vuelta de 6 km a la Casa de Campo y la temperatura ya no era tan fresca.
Sobre el km 33 me encontré genial, a falta de 1 km para salir de esta zona empecé a aumentar el ritmo sabiendo que sólo quedaban 9 km, pero de repente y sin esperármelo, me encontré con una cuesta en el km 35 que fue matadora.
A partir del km 36 comencé a decirme mentalmente "yo puedo terminarla", "puedo terminarla", "la voy a terminar" y dediqué los últimos 6 km a familiares y pareja para mantenerme en la lucha.
El km 36 se lo dediqué a mi mujer, el km 37 se lo dediqué a mi hija, el km 38, se lo dediqué a mi madre, el km 39 se lo dediqué a mi abuela, el km 40 se lo dediqué a mi abuelo y del km 41 al 42 se lo dediqué a mi padre. ¿El orden? daba un poco igual mientras sirviera para concentrarme en algo que no fuera la carrera, pero especialmente a mi padre por no poder estar entre nosotros para compartir conmigo este momento.


Los geles me tenían ya provocados, el 5º me lo estaba tomando tan despacio que terminé por tirarlo a la mitad. Estaba saturado.
En el km 39, coincidiendo con la canción "Money for nothing" que llevaba en bucle en mi mp4, empecé a notar que el isquio de la pierna izquierda me daba señales de que algo no iba bien y me vino a la mente aquel final de carrera en la media maratón de Madrid del 2017 y no quise forzar porque sabía que si me daba un calambre tendría que parar forzosamente, así que bajé un poco el ritmo y cambié la pisada, pero seguía dándome avisos y decidí caminar un minuto y medio más o menos por si acaso. Volví a correr y recuperar sensaciones positivas pero en el km 40 volvió ese aviso. Volví a caminar unos 20 segundos, me tomé las sales y llamé la atención de uno de los patinadores asistentes que van con los espráis de réflex. Le indiqué el problema y me roció sobre el isquio.
Nada más ponérmelo fue mágico, quizás algo más psicológico que otra cosa, pero funcionó y seguí corriendo hasta el final. Un final que ya parecía no llegar nunca.
El km del 40 al 42 son larguísimos y encima cuesta arriba, y el último km hasta la meta es interminable.

Los últimos 20 metros era más corazón y coraje que piernas, el último gel no me entraba ya y lo tiré casi sin empezar. Recuerdo pasar la línea de meta con los brazos abatidos, los ojos cerrados y con una emoción tan tan grande que los pelos de los brazos eran de punta, escalofríos y ojos cuajados, una emoción indescriptible  por algo que creía tan inalcanzable hacía apenas 4 horas.

Entrada en meta

El tiempo final de carrera fue casi el que tenía previsto hacer, 3 horas 58 minutos y 39 segundos, me pasé por un minuto de mis cálculos iniciales. Quizás las dos veces que tuve que caminar por evitar males mayores fueron la causa, pero aún así, estoy muy contento con el resultado.

La medalla más codiciada


Resumen

Terminar la maratón...……………………. CONSEGUIDO
Terminar en menos de 4 horas ………….... CONSEGUIDO
Terminar sin pararme ………………….…. CONSEGUIDO
Terminar sin dejar de correr ……………… NO conseguido


Puntuaciones de la carrera (de 0 a 5):


Recorrido: 4.5 (si fuera primero por Casa de Campo y no al final estaría mejor)

Organización: 5 (no hubo ningún problema)

Animación: 4.5 (mucho ambiente en las calles, mucha implicación y muchos puntos de animación, aunque algunos escenarios estaban sin animación)

Avituallamientos: 4.5 (completísimo, quizás si el agua estuviera un poco más fría en los últimos km estaría mejor)

Postcarrera: 5 (entrega de agua, fruta, isotónicos)

Medalla: 5 (muy completa, pesada y buena calidad)

Camiseta técnica: 5 (adidas)

Feria del corredor: 5 (excelente)


XXI San Silvestre Las Palmas 2023

  Otro año más acudimos a la fiesta del running, la San Silvestre de Las Palmas donde parece que poco a poco se va cogiendo el volumen de pa...