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lunes, 21 de enero de 2019

XVII San Silvestre 2018



Un año más había que participar en la carrera con mayor afluencia de gente en Canarias y este año, con apenas 4 entrenamientos al aire libre tras el parón competitivo desde abril, quería probarme a una velocidad de 5'30'' para ver la posibilidad de correr la Maratón de Madrid en abril y para evitar emocionarme mucho con la carrera, decidí ir disfrazado esta vez, de Papá Noel.

Esta vez fui muy madrugador a la hora de recoger el dorsal, fui el primer día que se abrió la posibilidad de recogerlo, de ahí que tenga el dorsal tan bajito.

Camiseta oficial

En teoría se presentaban unas 12 mil personas y allí estaba yo, un año más esperando el pistoletazo de inicio a unos 50m de la línea de salida.
Inicio la carrera a una velocidad inferior a la esperada, entre 6' y 7' por km. No me importaba mucho esta vez realmente, pero buscaba lo más parecido a 5'30''.
Una vez más habían personas con sus mini mascotas que se ponían entre los primeros puestos para después ser arrollados y poner en peligro tanto a su perro como a los corredores. Sigo sin entender como esta carrera está tan mal organizada en este sentido. Es tan fácil como poner dos cajones de salida, uno para los que van a correr y otro para los que van a participar, porque aunque sea una carrera benéfica, todos van con dorsales y eso hace que algunos se lo quieran tomar más en serio.
Por detrás de mí, a unos 300m de la salida, un corredor terminó en el suelo. Seguramente tropezaría con algún niño o mascota.

La carrera fue la más divertida que he hecho nunca, y es que no hay nada como ir saludando a todo aquel que te grita..... ¡Adiós Papá Noel!, chocando manitas con todos los niños que veían la carrera.
Pasando el km 3, a la altura del Barranco Guiniguada, había un punto de avituallamiento muy mal colocado, donde la gente se paraba, se cruzaban y que casi ni veo de lo concurrido que estaba.
Unos pocos metros más adelante, había una ambulancia asistiendo a un corredor, a los 3 km, madre mía....
En esta ocasión me crucé con algún corredor disfrazado de dinosaurio y algún pitufo,
Yo por mi parte iba medio asfixiado por la barba del disfraz y sudando como un pollo por la ropa tan abrigada que llevaba. Casi me da una lipotimia.
Un par de metros más adelante, otro corredor dando tumbos y alguna que otra vomitona en el suelo.
Sobre el km 4 ya empezaban a caer algunos corredores que iban caminando.
Aún hay gente que se presenta a este y otro tipo de carreras sin preparación alguna y eso se paga. Al menos deberían de dosificar algo más el esfuerzo.
A falta de 200 m y encarando la línea de meta, todos los niños me saludaban con más entusiasmo y cámaras de foto y de video parecían estar atraídos por mi disfraz.
Al cruzar la línea, paré el pulsómetro y valoré el esfuerzo de cara al mes de abril, 31'58''. Estoy muy muy lejos de mi estado de forma optimo, pero esta carrera era para disfrutarla.

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